lunes, 23 de abril de 2007

GATO MONTES Felix silvestris


CARACTERÍSTICAS

En España existen tres subespecies:

Felis silvestris silvestris, que ocupa el norte de la Península Ibérica.

Felis silvestris tartessia, que ocupa el sur del río Duero y Ebro. Es algo mayor que la subespecie silvestris y tiene un pelaje más oscuro.

Felis lybica jordansi o gato montés africano, presente en la isla de Mallorca.

El gato montés se asemeja mucho a un gato doméstico, aunque su aspecto es más corpulento y presenta un tamaño mayor, con la cabeza ancha y el hocico corto.

Las orejas son pequeñas y los ojos de color ambarino o verdoso, de pupila vertical.
El pelaje grisáceo es algo pardo, con rayas oscuras por todo el cuerpo menos en el vientre, que es de color blanco parduzco, a veces con manchas negras. Puede presentar dos manchas blancas en la garganta y en la región inguinal. Sobre la cabeza tiene cuatro bandas negras que convergen en una línea longitudinal del mismo color sobre el lomo.

Su cola, corta, ancha y anillada, es muy poblada y tiene un extremo romo de color negro.

Mide unos 90 cm de largo y 38 hasta la cruz, y pesa unos 5 Kg. Existe dimorfismo sexual en el tamaño corporal y craneal, además de los órganos genitales. También la cresta sagital es mayor en machos que en hembras.

HÁBITAT

El hábitat principal del gato montés lo constituyen las áreas de bosque relativamente bien conservadas, aisladas de la actividad humana. Es un animal típico del bosque mediterráneo. Los ecosistemas más adecuados para la especie lo constituyen el matorral mediterráneo bien conservado del sur y del centro de la Península, junto con estepas, bosques caducifolios y zonas húmedas del norte.
Se distribuye por toda Europa y la mayoría de las islas mediterráneas. En la Península Ibérica su distribución es poco conocida, pero parece que se encuentra por casi toda la Península Ibérica y las Islas Baleares. Localmente se puede presentar en elevadas densidades, especialmente en determinadas zonas del sur de España.

ALIMENTACIÓN

El gato montés es un gran cazador de roedores, pequeñas aves y sobre todo conejos, que constituyen la base de su alimentación.

Tiene los sentidos muy desarrollados, particularmente la vista, adaptada a la visión nocturna, y el oído. Es muy silencioso cuando acecha o persigue a una presa, pudiendo dar grandes y ágiles saltos cuando tiene a las víctimas en sus proximidades, a las que agarra primero con las uñas de sus garras retráctiles, para buscar su nuca en los animales pequeños, donde les muerde hasta causarle la muerte, mientras que en las presas de mayor tamaño les muerde en la base del cuello, hasta producirle la muerte por asfixia o parada cardiaca. Las presas las consume en el lugar de caza, aunque cuando en caso de sentirse en peligro puede taparlas con maleza para volver después a comerlas o llevarlas a lugares elevados en que se encuentra más seguro (una roca, el tronco de un árbol, etc.).

Suele ascender a los árboles para expoliar nidos alimentándose tanto de pollos como de huevos. Además de buen trepador es un buen nadador .

REPRODUCCIÓN

Llegado el mes de diciembre comienza la época reproductora, en la que el macho delimita su territorio defendiéndolo de intrusos. El celo dura hasta febrero.

En este período las hembras maúllan fuertemente y marcan también su territorio con orina, excrementos y secreciones glandulares para mostrar su receptividad.

El macho puede copular con varias hembras, y aunque es un animal solitario, se mantiene unido a la hembra durante el período de reproducción.

La gestación dura entre 63 y 69 días, al final de los cuales la hembra busca grietas y árboles huecos, donde pare una única camada al año, de dos o tres crías. Interviene ella sola en el cuidado de las mismas, durante unos cinco meses.

Los machos alcanzan la madurez sexual a los 9 ó 10 meses de edad, mientras que las hembras lo hacen a los 10 ó 12 meses. Su longevidad máxima es de 15 años.

Ocasionalmente se ha comentado que ciertos machos han acabado con la vida de algunas crías, nunca suyas. Esto tendría un claro significado biológico: fecundar de nuevo a la hembra, asegurándose de que los genes de la nueva descendencia serán suyos.

A menudo el gato montés se cruza con el gato doméstico.

CURIOSIDADES

Sus hábitos son fundamentalmente crepusculares y nocturnos. Es bastante monótono en sus paseos, siguiendo los mismos senderos en sus desplazamientos. Durante el día descansa en el espeso matorral o en cualquier sitio resguardado.

En la mayoría de los casos vive de manera solitaria, aunque puede formar pareja para cazar. Los machos comparten su territorio con 3 a 5 hembras, pero nunca con individuos del mismo sexo. Para marcarlo suelen orinar en lugares concretos y restriegan sus glándulas anales con la vegetación, arañan árboles y depositan excrementos en lugares elevados.

Los adultos se defienden ferozmente de sus enemigos, pero sus crías pueden ser capturadas por lobos, linces, zorros o grandes águilas

El gato montés está catalogado como especie "de interés especial". Son animales esquivos y retraídos que necesitan amplias zonas con abundante cobertura vegetal y una baja densidad humana.

Es un animal esencialmente forestal y territorialista, pero se estima (Castells y Mayo, 1993), que es posible que su único territorio sea lugar de descanso, mientras que puede existir un amplio solapamiento de su área de campeo y una cierta jerarquía en la explotación de estas zonas de modo que si bien comparten áreas de campeo, caza y bebederos, no suelen utilizarlas al mismo tiempo, existiendo una jerarquía que ha sido denominada de “utilización de servicios”, si bien no es muy rígida, ni tampoco definitiva, siendo las hembras más territoriales que los machos, particularmente cuando están criando, no tolerando la presencia de otros congéneres en las inmediaciones del cubil, posiblemente por el temor de que ataque y devore a las crías.

Un hábito muy curioso dentro de la etología de la especie ha sido descrito por Leyhausen (1988) que lo ha llamado “la hermandad de los gatos machos”, el que lo describe del siguiente modo: cuando los machos se encuentran por primera vez
lo normal es que anden a la brega; como consecuencia de estos enfrentamientos todos los gatos se conocen entre sí y establecen una jerarquía que les permite aprovechar comunalmente los recursos y disponer de un territorio conjunto de caza. Al caer la tarde suelen reunirse amistosamente, respetando cada uno las distancias individuales de los otros e incluso respetando esta jerarquía en la época de celo. Sin embargo los combates son muy duros cuando un joven macho se considera preparado parar entrar en la hermandad. En este caso, señala Leyhausen, se establecen duros combates y el joven ataca una y otra vez a los machos viejos, aun cuando suele salir estrepitosamente derrotado, sufriendo heridas más o menos graves. Pero apenas se cierran las heridas vuelve a plantear combate a los viejos machos. Cuando tras aproximadamente un año de mantener esta situación de enfrentamientos, si no se ha visto finalmente dominado, ni se ha visto obligado a dejar la zona, tiene ya un lugar en la hermandad, no produciéndose nuevos combates sino con otros ejemplares jóvenes que quieren iniciar el mismo proceso de introducción en la hermandad.

El ancestro más antiguo que se le conoce al gato es el MIACIS, uno de los primeros mamíferos en poblar la tierra, de craneo achatado, cuerpo largo y delgado, patas cortas y cola larga. Se cree que habitaba en los árboles, cazando pequeños animales para alimentarse. Como los gatos de hoy en día poseía uñas retráctiles que usaba para cazar, pelear, correr y trepar los árboles. Es aceptado por la gran mayoría de los científicos como el ancestro de mapaches, osos, civetas, hienas, perros y gatos. De este MIACIS, surgieron dos grandes líneas de félidos una de las cuales, la de félidos de gran tamaño da origen al Smilodon (el tigre dientes de sable) de la cual no quedan exponentes pues toda esa línea se extinguió. La otra, que incluye al Dinictis produjo una serie de felinos más pequeños, ágiles e inteligentes que el Smilodon. Muchos investigadores coinciden en que esta línea es la que dio origen a todos los felinos existentes hoy en día, incluido el gato montés y el gato doméstico. Por lo que taxonómicamente se encuentra ya superada la idea muy arraigada entre antiguos naturalistas que el gato doméstico desciende del gato salvaje egipcio (Felis lybica), pero hoy en día se considera que tanto el gato montés o europeo como el egipcio o africano arrancan, al igual que el gato montés asiático, de un mismo tronco: el Felis catus, del que derivaron hasta constituir estas especies, que en realidad constituyen subespecies del Felis catus. Esto explica que según los estudios más modernos, el gato montés y el doméstico se pueden cruzar entre sí y que sus descendientes sean perfectamente fértiles, lo que está creando problemas para conservar la pureza de la especie.

Los problemas más importantes a los que se enfrenta son los siguientes:

La pérdida de su hábitat, que provoca la desaparición de muchas poblaciones y hace que se fragmenten otras.
El descenso de las poblaciones de conejo.
La hibridación con el gato doméstico.
Los métodos selectivos y no selectivos de caza

3 comentarios:

Agustina dijo...

Muy buena la info de el gato montes!
Esta bueno el blog!

Honorio dijo...

Muy buena la info, pero has puesto la foto de un ocelote. :-(

Marta dijo...

Buenas, te has equivocado con la foto de Gato montés. Estás haciendo un gran trabajo con la fauna de los Montes de Toledo. ¿Eres de allí? Yo tengo una duda, ¿sabes si aún quedan Desmánes ibéricos por allí? Lo más seguro es que no queden y ya se hayan extinguido hace muchos años pero al no estudirse la zona no se conoce. Espero una respuesta, Un saludo y sigue con el blog