lunes, 23 de abril de 2007

LINCE IBERICO Lynx pardinus


CARACTERÍSTICAS

El lince ibérico es un felino de tamaño mucho mayor que un gato doméstico. Se caracteriza por su aspecto robusto, sus patas largas y su cola corta con una borla negra en el extremo y que suele mantener erguida batiéndola en momentos de peligro o excitación.

Sus orejas están rematadas por unos característicos pinceles compuestos por pelos negros rígidos cuya finalidad posiblemente sea la de descomponer la redonda silueta de su cabeza favoreciendo de este modo su mimetismo.

También son características las patillas que cuelgan de sus mejillas y que aumentan progresivamente de tamaño con la edad. Los jóvenes don pocas semanas carecen de patillas y casi de pinceles y en los individuos de un año ya aparecen las patillas, aunque cortas, que apenas cuelgan por debajo de la barbilla. Los machos tienen las patillas más largas que las hembras.
Su coloración varía de pardo a grisáceo con los flancos moteados de negro. Los individuos adultos presentan un claro dimorfismo sexual en su tamaño y la longitud de los penachos de las orejas y de las patillas. Sin embargo, machos y hembras son muy similares en tamaño durante el primer año de vida.

Las plantas de sus patas son anchas y almohadilladas y le permiten desplazarse silenciosamente.

HÁBITAT

Su hábitat lo constituyen las áreas de bosque mediterráneo bien conservadas, aisladas de la actividad humana y con abundante matorral.

El tamaño del territorio está condicionado por la abundancia de presas potenciales, pero como media ocupa unos 10 kilómetros cuadrados. En zonas ricas en alimento, el territorio del lince será algo menor que en zonas pobres. Dentro de este territorio suelen existir distintas zonas vitales para el lince como las zonas de monte bajo para el descanso y las zonas de campeo donde el lince estará activo y que coinciden con las de máxima densidad de conejos.

ALIMENTACIÓN

En todos los puntos de España donde se ha estudiado la alimentación, el conejo es la presa fundamental del lince, que normalmente presenta el 80-90 % de la biomasa consumida. Es probable que el lince ibérico haya evolucionado con el conejo, lo ( le explicaría la reducción de su talla y el que sus necesidades energéticas (673- 9l 2 kilocalorías diarias. es decir. unos 650-900 g de carne cada día) coincidan con el peso medio de un conejo silvestre. Hasta tal punto es así que la densidad de linces y su éxito reproductor están ligados a la abundancia de conejos, y su actividad diaria en Doñana parece estar sincronizada con la de éstos

Cuando el conejo escasea, los linces cazan presas de sustitución, que en Doñana
son sobre todo cérvidos y ánsares comunes (Anser anser), y en los montes de Toledo, perdices y micromamíferos. En Doñana, los cérvidos son cazados sobre todo en otoño-invierno, cuando la abundancia de conejos es mínima. Los linces prefieren los gamos a los ciervos, y las crías antes que los adultos. Los gansos son cazados durante la invernada, sobre todo en los años de sequía, cuando son más vulnerables.

El lince caza al rececho y a la espera, y si el primer intento resulta fallido no persigue a sus presas.

Mata a los conejos de un mordisco en la nuca y a los cérvidos por asfixia tras ser mordidos en la garganta, por delante de la laringe. En Doñana, en períodos de gran abundancia de alimento, se ha visto a linces atrapar conejos vivos, jugar con ellos y luego dejarlos escapar. Es una ocasión, una hembra adulta radiomarcada cogió un conejo, lo dejó en una pista para vehículos y se retiró a dos metros de distancia, capturándolo cada vez que intentaba escapar. Cuando la presa permanecía inmóvil, la hembra la empujaba con la zarpa y continuaba jugando. Al cabo de treinta y un minutos, dejó huir al conejo. Diez minutos después capturó otro, jugó con él durante cinco minutos y al final se lo comió.

Una vez muerta, la presa es transportada hasta un lugar protegido para devorarla. Los conejos se los empiezan a comer por la cabeza y los consumen en su totalidad; de los cérvidos sólo aprovechan las masas musculares de las patas y el cuello. Los linces cubren los restos con ramaje y tierra, y pueden volver a comer varias veces del mismo cadáver, pero no comen carroña ni restos de animales no capturados por ellos.

El lince ibérico es el único carnívoro considerado como especialista en conejos. Esta especie aporta del 80 al 90% de su alimentación. También consume anátidas, ungulados, perdices, micro mamíferos y aves. La aparición de estas presas en su dieta depende de la época del año, de la disponibilidad de presas y de la zona.

REPRODUCCIÓN

El celo comienza entre enero y febrero, adelantándose en regiones meridionales. El lince es un animal de hábitos solitarios, aunque en esta época del año suele permanecer con su pareja. Las madrigueras se hacen en lugares bien protegidos y escondidos como roquedos, árboles huecos, etc.

La gestación dura 62 ó 63 días, tras la cual la hembra pare una media de 2 crías. Es la madre la que se hace cargo de los pequeños. A las cuatro semanas suele cambiar de madriguera, ya los dos meses las crías son capaces de acompañar a su madre en las cacerías.

En otoño comienza la fase de dispersión, durante la cual los individuos juveniles abandonan el territorio natal. Su capacidad de dispersión puede llegar a ser considerable, atravesando zonas de regadío o plantaciones de eucalipto. A pesar de esto, es demasiado frecuente que estos jóvenes se encuentren con numerosas barreras infranqueables como carreteras, pozos, cepos y lazos, y no lleguen a su destino.

El lince ibérico alcanza su madurez sexual al año y medio de vida y llega a vivir de 10 a 15 años

CURIOSIDADES

En la mayoría de los casos, vive de manera solitaria y nómada, mostrándose más sociable en la época de celo.

Es un ágil cazador. Se aproxima sigilosamente a la pieza y salta sobre ella con rapidez. Menos frecuentemente espera oculto a que pase cerca una pieza.

Cuando las temperaturas máximas aumentan, los linces pasan más tiempo descansando, al contrario que con las precipitaciones. Los linces juveniles son básicamente crepusculares y diurnos, con un aumento de su actividad nocturna después de su primer año de vida.

Durante el invierno, los linces pueden tener actividad durante las 24 horas del día, contrastando con sus hábitos casi estrictamente nocturnos en verano.

El lince es un animal que se encuentra entre las especies que están en peligro de extinción.

EI impacto de la depredación sobre los conejos se considera moderado; dado que los linces acostumbran a atacar a otros carnívoros más pequeños, excluyéndolos de
su área de campeo, protegen especialmente a las poblaciones de conejo de esta presión adicional. En Doñana, los linces son responsables de al menos el 50% de la mortalidad natural de los gamos jóvenes. No obstante, considerando la superpoblación de herbívoros en el parque, el impacto real sobre la población total debe de ser mínimo. Al contrario que el lince europeo, el ibérico nunca ataca al ganado, aunque excepcionalmente podría capturar aves de corral.

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