lunes, 23 de abril de 2007
CONEJO Oryctolagus cuniculus
CARACTERÍSTICAS
Longitud total: 34-35 cm.
Cola: 4-8 cm
Peso: 1-2,5 Kg.
Orejas: 6-8 cm.
El conejo de campo tiene un pelaje espeso y lanudo, con coloración variable del pardo al gris, con tonos amarillentos en partes occipitales y en los pies y el vientre blancuzco. Su cabeza es redonda y sus ojos grandes y negros, muy laterizados. Se caracteriza sobre todo por sus largas orejas, muy grandes y estrechas, de hasta 7 cm, más cortas que las de la liebre común y con una banda negra. Su cola es una característica borla, completamente blanca por debajo, que se distingue fácilmente cuando el conejo huye. Las extremidades posteriores están más desarrolladas que las anteriores y no presenta dimorfismo sexual. Una manera fácil de distinguir al conejo de la liebre, aparte de su menor tamaño, es plegando las orejas hacia delante: en el caso del conejo no sobrepasan el borde del hocico.
Cráneo: Resulta muy característico y fácil de reconocer. Su constitución responde a la de los mamíferos fitófagos.
Fórmula dentaria: I 2-2/1-1 C 0-0/0-0 PM 3-3/2-2 M. 3-3/2-2
Dientes de crecimiento continuo: Junto con los roedores, los lagomorfos tienen dientes de crecimiento continuo. Si no se desgastaran por el continuo uso, los incisivos de los lagomorfos crecerían hasta 10 cm anualmente. Tienen una segunda fila de incisivos inferiores que no tienen los roedores.
Orejas: Su oído es finísimo. Los pabellones auriculares del conejo actúan como auténticas pantallas de radar, pues su movilidad les hace dirigirse hacia la fuente de todos los sonidos del entorno.
Carrera: El conejo, que pasa la mayor parte de su vida en territorios de relativa poca extensión, como las guaridas subterráneas, no precisa desarrollar una gran resistencia en la carrera aunque, por supuesto, es un gran velocista. Se desplaza a pequeños saltos. En caso de alerta, se levanta sobre sus patas traseras (consigue una visión de 360°), con las orejas erguidas, preparado para la huida.
Huellas y señales de su presencia:
Planta de las patas: Tienen falsas almohadillas, que son en realidad pelos duros. En territorios duros solo dejan marcadas las uñas.
Excrementos: Generalmente se encuentran acumulados en varias docenas y junto a escarbaduras.
Seccionan tallos: Cortan limpiamente los brotes y tallos, dejando una sección oblicua.
Señales en los árboles: La acanaladura de los incisivos de los lagomorfos queda dibujada en las cortezas de los árboles como cuatro ralladuras verticales.
Restos de pelo: Mechones de pelo, a veces ensangrentados, pueden encontrarse en los campos tras el apareamiento y los consiguientes combates entre machos.
Huras: Huras, entradas de víveres, y escarbaduras, resultan perfectamente reconocibles.
HÁBITAT
Vive en praderas secas, linderos de bosques, parques, etc. En montañas llega a vivir hasta los 1.500 m de altura, aunque es más bien una especie típica del monte y matorral mediterráneo, sobre todo el encinar y el coscojar. Es muy adaptable, aunque evita los grandes bosques. Requiere un suelo donde pueda excavar. Está distribuido por toda la Península Ibérica y las Baleares.
El conejo es de costumbres casi siempre crepuscular; sin embargo, los días calurosos es frecuente encontrarle desde el mediodía o incluso durante toda la
mañana. Vive en colonias que suelen construir laberínticas galerías subterráneas, llamadas conejeras.
Importancia ecológica: Los científicos han puesto en relieve la gran importancia del conejo dentro del bioma mediterráneo. Puede decirse que es la pieza clave y el eslabón de enlace en las cadenas alimentarías como el principal aprovechador de la energía de todos los rincones, por degradados que estén y que la canaliza perfectamente hasta predadores que son la mayoría de los carnívoros de nuestras latitudes (lobo, lince, zorro, gato montes, jineta, comadreja, hurón, jabalí)
La importancia ecológica del conejo ha quedado palpable mente demostrada al sobrevenir a la trágica mixomatosis que, no sólo ha ocasionado la rarefacción de la especie, sino un gran empobrecimiento de las poblaciones de grandes rapaces y mamíferos depredadores.
El esquema ecológico se refiere a la microcomunidad de los mamíferos en el bosque mediterráneo. En realidad, sobre el conejo gravita la predepresión de multitud de aves y algunos reptiles, lo que acrecienta su importancia ecológica.
Territorios: Los conejos viven agrupados en colonias compuestas por varios clanes que defienden su territorio frene a cualquier agresión y, sobre todo, delimitan las fronteras para impedir la entrada a congéneres de otros territorios vecinos.
Organización de cada clan de conejos; las fronteras son fijadas olfativamente: Los conejos utilizan la secreción de unas glándulas que tiene en el mentón para impregnar las fronteras de su territorio. Esta frecuente actividad se conoce entre los científicos con el nombre de mentoneo.
La identificación de los componentes de un vivar y la demarcación territorial, se realiza mediante el olor. La orina cumple una misión homogenizadora, pues con ella se rocían machos y hembras y son constantes las depositaciones de este liquido en los confines territoriales.
El vivar: El vivar es una compleja red de galerías con varias vías de acceso, donde se refugia un grupo de conejos.
En muchas ocasiones, el vivar se extiende en varios niveles y puede llegar a enormes complicaciones con galerías superpuestas.
ALIMENTACIÓN
Es fundamentalmente vegetariano, (gramíneas salvajes, crucíferas, cereales cultivados, cultivos vegetales y otras hiervas); en general se alimente de toda clase de plantas, preferentemente sus yemas, hojas, cortezas, frutos y bayas silvestres.
Tiene tendencia también al omnivorismo, pues puede alimentarse de excrementos, animales muertos e insectos como dieta suplementaria.
REPRODUCCIÓN
Para la reproducción construyen una cámara especial de 150 cm. De longitud, excavada a una profundidad de 50 cm.
En la naturaleza, el periodo de acoplamiento se extiende desde marzo a septiembre, durando la gestación unos treinta días. La madre amamanta a los conejitos durante unas tres semanas, tras las cuales estos abandonan el nido o conejera a las cuatro semanas. La madurez sexual la alcanzan a la edad de tres o cuatro meses. El numero de partos puede verse aumentado si la colonia de conejos de una determinada zona es lo suficientemente densa.
Paradas nupciales: La poligamia es un fenómeno frecuente en los lagomorfos. Un mayor índice de machos que de hembras suele provocar enfrentamientos entre los que buscan pareja. En ocasiones son virulentos, con manifestaciones de cruzada, como intentos de castración. Una vez elegida la hembra, se produce una exhibición de la zona anal caminando con los cuartos traseros muy levantados.
-Exhibición del envés blanco de la cola.
-Lametazos en la oreja.
-Lametazos en el morro: lametones y caricias en el morro y las orejas, son componentes de la compleja ceremonia nupcial.
-El macho en ocasiones, rocía a su compañera con orina proyectándola incluso desde gran distancia y con considerable puntería.
Combate de pugilistas: Para dirimir quien es el mas fuerte, no dudan en enfrentarse en combates de aspecto pugilístico. Los machos en celo se atacan a manotazos, se muerden e incluso se llegan a castrar.
Carrera de persecución: El macho persigue a la hembra para incitarla ala copula.
Copula: Copulan montando el macho a la hembra por detrás. En esta posición pueden permanecer durante largo tiempo.
Cuadro cronológico del ciclo de la reproducción:
-Longevidad: 5/9 años
-Gazapos: 4/12
-Partos /año 3/6
Huras y camas:
Galerías: La mayoría de los gazapos nacen en el interior de cortas galerías excavadas por sus madres fuera de los limites del vivar.
Respiraderos: Las conejas solo visitan la gazapera una vez al día, por la noche, y luego tapan cuidadosamente la entrada con tierra, procurando dejar un orificio para que entre el aire.
Forro: El forro esta compuesto, en gran parte, por el pelo que las conejas se arrancan de su propio cuerpo.
Huras: Las hembras viejas, y por tanto dominantes, se reservan las cámaras de cría en el vivar.
Gazapos: Las conejas alumbran a sus crías en el interior de someras gazaperas que obturan con tierra cada vez que se ausentan. Tan pronto como los gazapos cumplen veinte días y no precisan el microclima de la gazapera, su madre los conduce al vivar comunal.
Una de las características más importantes del conejo, es la de su extraordinaria fecundidad y capacidad para reproducirse. De modo que se ha calculado que la descendencia de una sola pareja, que no tenga interferencias negativas para su desarrollo, puede alcanzar la increíble cifra de 1.848 individuos (W. G. Foster, 1972). Clásica en la literatura científica es la cita de un granjero australiano que tuvo la fatal ocurrencia de introducir en Australia tres parejas. A los tres años de su introducción y debido a que el conejo no tenía en ese continente depredadores naturales, los descendientes de aquellos conejos eran ya 14.000.000 de individuos. Desde entonces su población fue en aumento y aun cuando se idearon todo tipo de métodos para combatirlo, incluida la introducción de zorros pero éstos, lejos de solventar el problema crearon una nueva problemática ecológica, al desentenderse de los ágiles y escurridizos conejos y por el contrario afanarse en otras especies más incautas como ocurrió con los marsupiales, que no estaban habituados a la presencia de depredadores, por lo que el efecto aún fue más nocivo y dañino. En estos momentos la población australiana de conejos se estima en unos 300 millones, con graves incidencias en el resto del ecosistema. Donde sí ha tenido la población de conejos una importante reducción ha sido en el viejo continente, siendo en el año 1952 cuando un medicó francés, el tristemente famoso Doctor Armand Delille, inoculó el virus de la mixomatosis a unos conejos que al parecer producían daños en sus viñedos, transmitiéndose el virus de unos ejemplares a otros por los mosquitos y las pulgas de los propios animales. La enfermedad que se creo es de tal virulencia que se extendió rápidamente por toda Europa, detectándose su presencia en el norte de España en el año 1953 y en el sur en el año 1959. Tal fue la mortalidad que ocasionó la mixomatosis que en algunas comarcas murieron entre el 95 y el 100 por ciento de la población de conejos (M. Delibes de Castro, 2001).
Cuando la población de conejos comenzó a recuperarse de este mazazo, hizo acto de aparición otra epidemia: la enfermedad vírica hemorrágica (EVH), producida por un virus también creado por el hombre, que fue descrito por primera vez en China y que en el año 1988 también fue detectado en España (M. Delibes de Castro, 2001).
Las incidencias de una y otra enfermedad se complementan en el conejo, de modo que mientras que la mixomatosis afecta a los conejos de modo fundamental en los meses de calor, la EVH lo hace en los meses fríos. Entre ambas han reducido a un 10 % la población de conejos, que se han visto exterminados localmente de muchos lugares. Para combatir estas enfermedades se han empleado muchos esfuerzos por cazadores y administración, aunque sin un resultado definitivo. Hasta la fecha y contra ambas enfermedades, existían vacunas comerciales que venían siendo empleadas con éxito en las explotaciones de conejo doméstico, sin embargo, debido a que su administración debía ejercerse de manera directa a cada uno de los animales, resultaba ineficaz para controlar estas enfermedades en las poblaciones silvestres de esta especie animal. Ante la problemática detectada y al objeto de encontrar soluciones efectivas a la misma, la Federación Española de Caza se dirigió al Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaría para analizar este tema, firmando ambos Organismos un convenio de colaboración para el desarrollo de una única vacuna contra los dos tipos de enfermedades víricas pensada y desarrollada para el conejo silvestre o de monte, respetando el medio ambiente y su equilibrio.
Un importante avance en la lucha contra la mixomatosis y la EVH puede venir de una vacuna, aun en estudio y por tanto pendiente de la autorización sanitaria, muy rígida en estos supuestos, la llamada vacuna Mixoima-VP60 que actúa contra las dos enfermedades del conejo. La vacuna ha sido probada experimentalmente en la isla del Aire en Menorca, donde había censados una población de 300 conejos, siendo vacunos 75 individuos, destacándose en los informes de seguimiento como todos los conejos vacunados consiguieron la inmunidad frente a esta dolencia, mientras que en el 45 % restante se detectaron anticuerpos. Las pulgas y el contacto entre los propios animales actúan para la propagación de la vacuna de unos ejemplares a otros con un relativo éxito. De modo que durante el experimento hubo un brote de mixomatosis y sobrevivieron tres cuartas partes de la colonia. Según información del Consejo General de Veterinarios de España (Boletín nº 222 de Febrero de 2001) la Agencia Europea del Medicamento ya ha recibido para evaluación el expediente completo de la vacuna Mixoima VP60, contra la mixomatosis y la enfermedad hemorrágica vírica del conejo (EHV) desarrollada por un equipo de investigadores del Centro de Investigación de Sanidad Animal (CISA), que el INIA-Ministerio de Ciencia y Tecnología tiene en Valdeolmos (Madrid), coordinado por el doctor José Manuel Sánchez Vizcaíno, director del centro La vacuna se ha conseguido a partir del virus de la mixomatosis vivo, cepa 69 18 de baja virulencia, pero con capacidad inmunizadora. Después de realizar varias series recombinantes se le insertó el gen VP60 que inmuniza contra la enfermedad hemorrágica del conejo y del marcador genético DA3. La vacuna no produce ningún tipo de lesión ni efectos secundarios ni en los animales vacunados directamente ni en los animales vacunados por contacto de los primeros, tampoco en madres gestantes.
La transmisión de la vacuna, que ha pasado todas las pruebas impuestas por la Comisión de Bioseguridad, se produce durante los ocho días siguientes a la vacunación y sólo afecta al cincuenta por ciento de los conejos próximos a los inoculados y éstos a su vez la transfirieron al diez por ciento de los conejos no vacunados con los que tuvieron contactos y que ya no pudieron continuar transmitiendo el virus vacunal.
Las características de esta vacuna, de la que el INIA ha presentado una patente nacional y otra internacional y ya ha publicado varios trabajos en revistas científicas de prestigio internacional, la convierten en única en su género, habiendo sido remitido el expediente tanto a la Agencia Española del Medicamento como a la Agencia Europea del Medicamento, y es en éste último organismo donde la nueva vacuna debe ser evaluada y autorizada su comercialización, ya que se trata de ingeniería genética, de una vacuna preparada a partir de un organismo vivo modificado genéticamente. Hasta ahora en Europa sólo existe una vacuna en esta línea autorizada, que es la de la Enfermedad de Aujeszky, aunque no se parecen en nada porque ésta se prepara por dilución de virus mutado. También existen presiones internacionales en contra de su comercialización, ya que a Australia no le interesa que exista una vacuna contra la mixomatosis, virus que los australianos introdujeron en ese continente para controlar de esta forma la proliferación de conejos que en aquellas latitudes son considerados como una plaga.
CURIOSIDADES
Comedores de sus propios excrementos (necrofagia): La ingestión de los propios excrementos resulta tan importante para los lagomorfos que, si se impide, provoca grandes alteraciones funcionales. Normalmente, los excrementos que encontramos en los campos han pasado por segunda vez por el intestino. Esta extraña operación la realizan para poder metabolizar convenientemente la vitamina B.
Durante las noches las heces procedentes del ciego son tomadas e ingeridas para recuperar la vitamina B, durante el día, las heces secas son abandonadas.
Miopía: Los lagomorfos no tiene agudeza visual. Puede decirse incluso que utilizan muy poco el sentido de la vista. De actividad esencialmente nocturna, se valen mas del olfato y el oído que de sus ojos para obtener información de lo que les rodea.
Técnicas defensivas:
Alarma-patada: Una consistente patada con las extremidades posteriores, es la señal de alarma en el mundo de los conejos.
Se ha demostrado que percutiendo así el suelo, el sonido retumba en la caja de resonancia que suponen los huecos galería del vivar.
Carrera: Muy pocos animales terrestres son capaces de desarrollar la velocidad del conejo. La carrera, en efecto, puede ser considerada como su mejor recurso defensivo.
Inmovilidad: Los conejos se saben miméticos y no dudan en recurrir a la inmovilidad para pasar inadvertidos a sus enemigos. Confían de tal forma en su inadvertibilidad que en muchas ocasiones, puede sorprendérseles encamados y capturárseles a mano.
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